No sé explicarlo, pero es como si todo aquello por lo que luché, durante unos siete años, en defensa de mis ideales y mis decisiones, polémicas, en numerosos casos, porque siempre primaron mis sentimientos y el corazón, haciendo malos equilibrios con la cabeza; dieran fruto de repente, y el árbol que estaba deshojado y sin flores, ha estallado de golpe como los almendros en primavera.
No he tenido que hacer nada. Sólo irme de vacaciones a conocer el norte de Italia y ese fue el comienzo de algo Grande, muy Grande.
He cambiado el rumbo, he reorientado mi vela para que siga otros vientos. Se avista tierra a lo lejos, se avista un futuro interesante, borroso, pero interesante. Ya no soy una simple grumete, ahora soy capitán de mi propio barco y estoy intentando enrolar a la mejor de las tripulaciones para que me acompañe en este viaje.
Mi madre está muy preocupada. Dice que estoy demasiado feliz, que es peligroso ¿?
Pero yo le contesto que no tenga miedo, que yo siempre fui feliz, pero estaba un poco dormida, como atontada, y ahora he despertado en todo mi esplendor, con el sol entrando por la ventana.
Mi cerebro, como cuando conseguí trabajo después de un año en el paro, genera ahora tantas endorfinas que no me hace falta tomar café. Con una diferencia, ya no me tienen que dar un empleo, lo estoy creando yo:
soy emprendedora.
Sé que puedo estrellarme, sé que si vuelas muy alto, la caída puede ser dura, pero tengo que volar, tengo que volar, TENGO QUE VOLAAAAAAARRR!!! Como gritaba de pequeña, en el mismo columpio que da título a este blog.
Y si me caigo, que será que sí, porque nadie aprendió a andar en bici sin caerse; no me dolerá, porque mi felicidad se basa en el simple hecho de haberme sentido estos meses correspondida, porque todas las buenas intenciones que volqué en aquello en lo que creía, se han multiplicado y se han convertido en llamadas de gente dándome las gracias a su manera.
Nunca me había sentido tan realizada, tan orgullosa, tan agradecida también de recibir algo con lo que no contaba, porque, como una vez le expliqué a mi hermano, para recibir, hay que dar, pero dar sin esperar nada a cambio. Y cuando no se espera nada y lo inesperado sucede y no es una desgracia, sino que son auténticas maravillas, el nivel de gravedad baja a cero y floto como un globo aerostático, como por arte de magia.
Magia, sí, porque la magia existe, porque los cuentos de hadas tienen razón. Para que las hadas existan, hay que creer, sólo creer y buscarlas, buscarlas por toooooooodas partes, hasta en aquellos lugares donde no hay esperanza y de repente, un día, cuando menos te lo esperes, la magia vendrá a buscarte. Ya os contaré. Dadme tiempo, sólo dadme tiempo...
De todas formas, tengo que decir que hoy también es un día especial para Bieito, porque hoy le comunicaron, oficialmente, que había aprobado todas las asignaturas que le quedaban para terminar Teleco, después de muchas, muchas, pero muchas injusticias por parte de ciertos profesores y de muchas y más horas de esfuerzo estudiando, además de comentarios maliciosos acerca de sus capacidades y otras trabas personales, pero hoy todo se acabó, el informe de notas pone que está limpio. Al fin. Como tenía que ser.
Su espíritu es como el de un gran guerrero, noble soldado implacable, inspirador, un modelo a seguir para cualquiera... un Gladiator... mi gladiador galaico. Bravo, Bieito, BRAVO!!
Enhorabuena!! Suerte!!!... y adelante!!!! Tú puedes ;)
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