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miércoles, 25 de agosto de 2010

En la calle


Es una foto muy mala, la saqué hoy con el móvil mientras volvía para casa con Carapuchiña y Catuxa. Debatíamos sobre la lucha entre el grande y el pequeño comercio. El asunto surgió porque Carapuchiña vio, en un catálogo de un hipermercado, que vendían cuatro cinco barras de pegamento "Aguachinau" a un euro con algo, por la campaña de "Vuelta al cole".

- ¿Por qué tengo que comprar cinco barras cuando sólo voy a usar una? -protestaba indignada- ¡Nos están incitando al consumismo! Por ese precio podría ir a un kiosco y comprar una barra de pegamento Pritt.
Vale, me llevaría sólo una, pero tengo la garantía de calidad de la marca. ¿Quién sabe si esas otras barras van a pegar? ¿Y cuántos años tardaría en gastarlas? Podría morirme y seguiría teniendo pegamento, o no, porque a lo mejor se secan antes y no funcionan. ¡¡¡Qué sentido tiene todo esto!!!
Al final las compramos porque es una buena oferta y llenamos el carro. Si realmente lo necesitamos, es otra historia.

Desde luego, la conversación era interesante, iba sumida en ella hasta que lo vi.
Ese cartel de ahí arriba, el rojo, aunque no se aprecie muy bien su color.
"Vaya, aquí estás", pensé, "Cómo no. Tan oportuno".

No tengo ni idea de quien lo colgó, si es una iniciativa personal o empresarial, me da igual. El caso es que cada vez que lo veo, se me disparan las endorfinas.

Lleva tiempo ahí, es un viejo amigo de mis paseos por la ciudad.
A veces me olvido de él, porque voy por la otra acera para evitar comerme el humo de los coches (está justo al lado de un paso elevado de una de las avenidas con más tráfico), pero otras, el azar me lleva por su camino y el reencuentro vale por dos.

Es curioso porque da la casualidad de que cuando ando por esta zona siempre pienso en temas serios.
Será que desde ese lugar se ve el puerto y me pongo sensible. Entonces, levanto la cabeza y me lo encuentro de frente.

"Ríe y haz reír", qué sencillo y a la vez qué difícil,
pero ¡CHAS!, los dientes salen de repente,
sin proponérmelo.
                            Bobita perdida.


Por estas cosas, pagaría. Por esto y por las reflexiones de Carapuchiña.

1 comentario:

  1. Carapuchiña me ha mandado un mail ante la imposibilidad de poner un comentario por las opciones restringidas de Google, transmito su mensaje:

    "Eran 5 barras de pegamento y no 4!!! jejejjeje"

    Escalofriante...

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