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viernes, 6 de agosto de 2010

Nos vamos de regata

El fin de semana pasado, Bieito participó en el Trofeo Teresa Herrera de traineras en A Coruña y por supuesto, fui a verlo remar.
No sólo por la obligación sino también por el espectáculo.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, este deporte tiene numerosos alicientes para conquistar al público, pero por desgracia, en Galicia, ni se publicita ni se retransmite como debiera.
Tanto es así que, estando yo en medio del meollo de remolques y embarcaciones, mirando cómo se preparaban los clubs en pleno paseo marítimo, un niño que iba de la mano de sus padres le señaló a su hermana el barco de Amegrove, que llevaba el escudo de la Xunta y le dijo:

- ¡Mira, María, ésta es gallega. Ésta es la nuestra!


      Trainera de Amegrove: www.trainerasdelnoroeste.com/resultados.php?id_regata=804


El niño, al igual que sus silenciosos progenitores, desconocía por completo que todos los barcos que estaban allí eran gallegos, que en Galicia existe una liga de traineras y que el equipo que representa a Coruña, si eran de la ciudad, es As Xubias, que tiene una nave al final de la playa de Oza y que competía también esa tarde.

De repente sentí una profunda pena, porque llevo tiempo observando el gran trabajo y esfuerzo que suponen estas regatas, para las que entrenan durante todo el año.
Haga frío o llueva, si te acercas a la costa podrás ver a trece personas sudorosas, con las venas hinchadas por el esfuerzo, volcar su cuerpo hacia atrás de forma armónica, tirando de las piernas y los abdominales, sin descuidar la posición del remo, que debe deslizar el agua con fuerza para coger impulso.
Todos con la misma técnica, todos a la vez, al ritmo que marca la voz del patrón.

- ¡VAAA, VAAA, VAAA, LARGOOOOO...!

Rompe el sonido la noche del invierno, la música de las gaviotas en verano, peleando con las olas si hay temporal.
Se destrozan las manos, hasta que salen los callos y los coxis también sufren, apretados sobre el banco fijo, pero el resultado es monumental: no hay cuerpo más esculpido que el de un remero.
Puedo asegurar que todavía no he ido a Italia, pero he visto en vivo al David de Miguel Ángel.
Y las chicas no se quedan atrás, sin tanto músculo, se vuelven fuertes y esbeltas.

Pero aparte del interés físico, la pregunta más típica que le hacen a uno de estos deportistas es: ¿Y para qué tanto esfuerzo y sufrimiento?


Campo de regata Bandera de Santoña: http://santonaclubremo.blogspot.com/


Bueno, el remo, al igual que el ciclismo o el atletismo, es duro. Exige mucha resistencia, ya que hay que recorrer cuatro trayectos desde una baliza a otra, con una distancia total de 5.556 metros y saber cuándo "apretar" para hacer el mejor tiempo y rebasar a los rivales; pero pelear una regata implica mucho más.
Su desarrollo se puede aplicar como una metáfora de varios aspectos de la vida.
Cuando las cosas no nos salen bien y parece que nos quedamos atrás, tu cuerpo no responde y los ánimos flaquecen. El último largo es el peor, el desgaste es enorme y el esfuerzo, mayor; sin embargo, clavas el remo y sigues, aunque estés a punto de reventar, algo te impulsa hasta la meta.
Los remeros no conocen la palabra imposible, están acostumbrados a sobrepasar todos los límites para lograr su objetivo, en todo lo que hacen. El afán de superación lo es todo.

Además, también es un deporte con historia.




Antes de que llegaran las embarcaciones con motor, los marineros del Cantábrico y el Atlántico se juntaban para ir a pescar a remo los bancos de sardinas y anchoas, compitiendo con otros grupos para tener el privilegio de hacerse con ellos. La red que usaban se llamaba traina (de ahí el nombre del barco).
Después fue derivando hasta convertirse en las regatas de hoy en día, que sólo se disputan en el norte y noroeste de la península.

Por eso no puedo entender por qué no instalan una pantalla gigante en la playa que permita ver la transmisión de la regata, por qué no hay carteles que la anuncien a bombo y platillo y tampoco me cabe en la cabeza que no pongan a un comentarista especializado que sea capaz de comparar a los equipos y aplicar la misma intensidad cardiaca que se vive en los barcos.
En el País Vasco el panorama es muy diferente, se celebra la ACT, la "primera división" de traineras, disputada por cántabros, vascos y gallegos y el público se agolpa para conseguir un hueco en "La Concha" (San Sebastián), se hacen apuestas y los patrones llevan un micrófono que permite escuchar sus indicaciones. Se invierte mucho dinero porque la expectación es máxima.

En Coruña, el domingo, que remaron por la mañana, los transeúntes se paraban para verlos partir desde el arenal hasta mar abierto. Muy pocos estaban allí adrede, familiares, amigos y compañeros de equipo de los que participaban, pero pasada una hora ya había cientos de personas.
Los turistas se sacaban fotos con los barcos de fondo y la gente intentaba adivinar quién llegaría primero pese a que nadie narraba por altavoz el momento en una final muy disputada.
V Televisión, los domingos, a las 11.30 horas, hace un esfuerzo técnico, con helicópteros, zodiacs y varias cámaras para ofrecer primeros planos y panorámicas del acontecimiento, pero aún así falta mucho para llegar al nivel de la ETB.

En cuanto a mí, no dejaré de hacer campaña.

Más información en: www.todoremo.com


2 comentarios:

  1. Genial texto Laurisas!!! No conocía el blog, acabo de leer la entrada en Todoremo, y la verdad es que me quedé sorprendido de la claridad y expresividad con la que cuentas un mundo tan especial como el relacionado con el mundo del remo, deporte tan desconocido y tan pasional que merece la pena conocer! Un abrazo y "noraboa"!

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