Los textos publicados en este blog figuran en el registro de la propiedad intelectual y están protegidos por derechos de autor.

miércoles, 16 de junio de 2010

Isabel's world

El pasado jueves fui a casa de Isa a tomar un café. Llovía a raudales, pero quería pasar la tarde con ella antes de que se fuera a Lugo. Compré dos bollos en la tienda de la esquina, un xuxo de crema y una caña de chocolate y le di un toque al móvil para que supiera que estaba esperando a la altura de su portal.

Hasta aquí, nada fuera de lo normal. Una visita corriente como otra cualquiera.
Pues no, nada de eso.
Ir a ver a Isa es como meterse en la chistera de un mago, no puedes predecir lo que va a ocurrir.

En cinco minutos, una cabecita con dos trenzas "Rapunzel" salía por la ventana gritándome:

-¡Ya voy! ¡Espera!

Al rato volvía a aparecer con un carrete de hilo y unas llaves con un minipato colgando atadas a él.
La gente que pasaba por la calle miraba asombrada la escena mientras Isa iba desenredando la bobina y el "anzuelo" se acercaba a mi paraguas.

- ¡Lo que es no tener portero automático! -me decía.
Yo no podía con la risa.
- ¡Jo, es que antes, cuando las tiraba metidas en una caja, el pato se metía unas hostias del quince y ahora ya no hace cua-cuá!

Nota: El llavero de Isa es un pato de goma amarillo que tiene luz y sonido cuando aprietas un botón en el ala.

- ¡Las tengo! -le aviso.
- ¡Vale, pues ahora corto la cuerda!

El hilo se desprendió lentamente desde el tercer piso, cayéndome encima como si fuera una tela de araña. Intenté recogerlo, pero entre los pasteles y el paraguas no tenía manos suficientes, así que subí las escaleras con la maraña en el pelo, recién salida de la familia Adams.
Cuando llegué, Isa ya estaba atareada fregando cacharros y poniendo la cafetera en la vitro.

- ¡Pasa a la cocina! -me avisa.
- ¿Te interesa el hilo? -le pregunté señalándole mi cabeza.
- Jajajajaja. ¡Vaya pinta! Bueno, puedes hacer una madeja. Así me queda para otra vez, aunque es de cadena 100.
- Ya, se le nota. Tiene poca consistencia. Flotaba demasiado al caer -apunté como si fuera modista de toda la vida. Entretanto, metí el paraguas en la bañera antes de que naciera el lago Míchigan por generación espontánea.
- Je,je,je. Es mejor que arriesgarme a darle a alguien con las llaves en la cabeza. ¡Pero mujer, no tenías que traer nada! -protestó mirando el paquetito que dejé en la mesa- ¿No ves que tengo galletas para parar un tren?
- Es que... ya que pones tú el café...

Me senté en una banqueta para observar mejor la hiperactividad de Isa. A la velocidad a la que iba parecía la diosa Vishnu con sus cuatro brazos, dando vueltas por todas partes.

- ¿Viste que ya quitaron el nido?
- No digas
Desde la ventana de la cocina podía apreciarse un nido de gaviotas sobre el tejado de un desván. Tenían varios huevos y la pareja se turnaba para empollarlos.
- Sí, ya no vamos a tener gaviotitos.
- ¡Puf! Es que son una plaga. Yo tengo una orquesta sinfónica en mi tejado. A-a-a-a-a-a-a-a-aaaaá -entoné mi mejor graznido.
 -Ja, ja, ja. Ya estamos -dijo metiendo multitud de tazas y platitos en una bandeja- Podemos ir a la sala.

El café humeante se deslizó por mis pulmones. Siguiendo a Isa por el pasillo tenía la sensación de estar dentro de una casita de muñecas victoriana a la hora del té. Sólo nos faltaban los sombreros y los vestidos de lazos y volantes. "Y dígame, señorita Rose Mary, ¿qué opina de este tiempo horrible? ". En su lugar se oye:

- Bueno, cuéntame. ¿Qué has hecho hoy?

Empieza el monólogo. Se abre el telón. Isa se levanta, gesticula, hace comparaciones surrealistas, imitaciones, suelta tacos, dramatiza, exagera, sube la voz, la baja, pone los ojos en blanco... Lo daría todo por colarle una cámara oculta, pero no tendría tiempo, a la velocidad a la que se explica, me perdería algo importante y tengo que aprovechar mi turno de preguntas.
Es broma, yo también participo. En realidad, me encanta hablar con ella. No hay ni un solo tema que quede sin tocar, tampoco te faltan palabras y todo se hace en clave cómica. A veces está tan entregada que no se da cuenta de la de chistes que inventa por segundo.

- ¡¡¡Sí!!! ¡Es que es verdad! -te suelta al ver tu mirada pícara y no cae en que lo que te hace tanta gracia es su forma de expresarse.

Es adorable. Tiene el encanto de Audrey Hepburn y la gracia de Jack Lemmon. Imposible no quererla.
Creo que pusimos a parir a las compañías telefónicas, saltamos al feminismo, después le tocó el turno a nuestros padres (esos pobres desventurados camino a la vejez), de ahí a los hombres y sus comportamientos inexplicables, un poco de literatura y...

- ¡Dios! No puede ser. ¡¡En canal Hollywood están echando una de adolescentes de los 80!! -interrumpí.
- ¡¿Porkys?!
- No, es otra, pero me suenan los actores**.
- Desaparecieron todos, ¿te das cuenta? Estarán repartidos por series estadounidenses.
- Ya. ¿Te acuerdas del de "Los problemas crecen"? -le preguntó.
Tengo un serio problema para recordar nombres de personas.
- ¿Kirk Cameron?
- ¡Sí! Pues es telepredicador.
- ¿¡Qué dices?!
- Lo que oyes -y muevo la mano como las señoras.
- A dónde vamos a parar... ¡Mira y ése que sale ahí es el novio de la Srta. Topisto en "Luz de luna"! ¡Curtis Armstrong!
- ¡Buahhhh, "Luz de luna". No habrá llovido ni nada!
- ¿Y si la buscamos? Yo casi no me acuerdo -sugiere.
- Pues ahora que lo comentas...


* Durante tres segundos se ve mal, pero era lo que había en Youtube

- ¡Qué fuerte, Bruce con pelo! -replico asombrada.
- Ja, ja, ¡pero si ya tenía entradas! Jo, ahora, con las series que se ven, ésta pierde un poco.
- Pero en aquella época era lo más -constato- Yo me quedaba a verla por la noche, a pesar de que al día siguiente tenía colegio.
- Bueno, sólo había dos cadenas... -aclara Isa.
- Pero los diálogos eran muy buenos.
- Espera, ¡que tengo palomitas! -dice con ojos alegres.
La liamos
- ¡Hala, ya no ceno hoy!

Así pasan las horas, una detrás de otra. Cuando casi acabamos el primer capítulo (Megavideo sólo te deja ver 74 minutos online por día), le enseñé una noticia que había colgado en el Facebook sobre unos muñequitos minúsculos que se habían esparcido adrede en sitios emblemáticos de Madrid.
www.elmundo.es/elmundo/2010/06/04/ocio/1275648352.html

- Me encantan estas cosas -le confieso.
- Sí, a mí también.
- Rompen la monotonía... Después está lo de bailar todos a la vez.
- Qué dices -me espeta.
- Sí, hombre...



- Vaya. Oye ¿y esto del freezing?
Ese fenómeno por el que un gran grupo de personas se quedan paradas en la postura en la que estuvieran en un momento determinado durante varios minutos.



- Esto no se puede hacer en España -comento.
- Está claro. ¡La de monederos que se iban a ir! ¡Ayyy, qué pena!
...
...
... Nos miramos
...
...
- Oye, si nos dieran un programa de humor, ¡qué felices seríamos!
- Joer, el mejor trabajo de toda mi vida.

** La película, según averigüé más tarde, se titulaba "La venganza de los novatos", con Robert Carradine, Anthony Edwards, Teo McGinley y Bernie Casey.

3 comentarios:

  1. Lo dicho! Te nombro cronista oficial del Reino! Guapa! Jaaa jaa jaaa!!! La próxima prometo dejarte hablar y tener el final del capítulo Piloto de Moonlightning!
    Un beso bloggera incansable!

    ResponderEliminar
  2. Fantástico!!
    Me ha encantado leerlo y mientras lo leía he pensado...qué pena que esto no sea el capítulo de un libro y que se acabe tan pronto esta interesantísima lectura.
    Todo el texto rezuma espíritu "Isa-belino", ha sido como volver a estar en casa de Isa! jejeje
    Un saludo a las dos :)

    ResponderEliminar
  3. Hay que hacer una fiestaaaaaaaaa!!!!! Aprovechando que todavía sigo sin vecinos de arriba ni de abajo. Lydiña, véngase usted para acá en cuanto pueda que tengo que presentarle a la Laurita y a Carapuchiña. Las que íbamos a montar las tres juntas... Os quiero bellas.

    ResponderEliminar