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jueves, 8 de julio de 2010

Vermella*

Ayer estuve con Carapuchiña tomándome un café en los Castros antes de ver el partido de la selección, dijo que iba a aprovechar el tiempo para ir al gimnasio.

- Muy bien pensado -entoné con mi índice- Fijo que la piscina está vacía.
- Lo sé y total, la roja me la trae floja.
- Jajajaja Tal y como están jugando, yo creo que no pasamos de Alemania. Me aposté un café a que perdían, pero voy a verlo con mi padre.
- A mí me da igual todo. Ya bastante es que cobren la burrada que cobran estando como está el país en crisis.
- Ya. No hay ninguna justificación.
- Si, estou contigo -señaló Bieito.
- ¡¡¡Es que es increíble!!! Se convoca una manifestación por la situación económica y van 500 personas, pero plantan una pantalla gigante en María Pita y la llenan. ¿Sabes qué? Tenemos lo que nos merecemos.
- Así nos va -opino- Es lo que hay...

Creo que pasamos  más de dos horas criticando a diestro y siniestro. Hubo para todos: compañías telefónicas, cajas de ahorros, políticos, la Justicia, la universidad, gente que no asume sus responsabilidades y así hasta las nuevas generaciones.

- ¡¡E que estou indignado!! -salta de repente Bieito.
- ¡Indignado! Creo que ésa es la palabra de este año. No sé cuántas veces la habré oído -comenta Carapuchiña mientras nos reímos todos.

- Bueno, habrá que irse que ya empezó -advierto.
- ¿Ya? Pues nada chicos, me voy a nadar.
- Venga, pásalo bien, jejeje -la animo con palmaditas en la espalda.
- ¿E ti que vas facer? -me pregunta Bieito.
- Voy a comprar unas chuches y a verlo con mi padre, que está solo en casa.
- ¡OOOOOOooooohhh, que bonito! Ti viches o anuncio da tele, ¿vaslle levar unha cervexa tamén?



- No, no bebe, pero come patatas fritas. ¿Te vienes?
- Non, eu tamén voulle levar unha cervexa ao meu pai, jajajajaja.
- Qué cabrito eres. ¿Nos vemos después?
- Si, chámote.

Cuando abrí la puerta de mi casa, mi padre ya estaba en el salón de pie, taquicárdico y comiendo pipas como un poseso.

- Qué, ¿cómo van?
- ¡Ya podíamos haber marcado dos goles!
- ¿Sí? ¿Están jugando bien? -grité desde la cocina sacando las patatas de la bolsa y echándolas en un bol.
- ¡¡¡Están dominando el campo!!!
A los dos minutos estaba pegada a la pantalla, gritándole a Villa, sufriendo con Iniesta, alucinando con Pedrito, agradeciendo al cielo la defensa de Piqué, los cortes de Puyol y las intervenciones de Casillas.

- ¡Bravo Xavi! ¡Así se abre el juego! ¡Pero no, Xabi! ¿¡Qué haces!? ¡¡Tira pero apunta bien!!


 Mis padres alucinaban.

- ¿Pero desde cuándo te gusta el fútbol?
- Desde siempre. Lo que pasa es que la liga me aburre porque monopoliza el tiempo de los deportes en los informativos y nunca puedo saber nada de baloncesto, ni de hockey, natación, esquí, remo... Por eso me encantan las Olimpiadas, pero el Mundial de fútbol es diferente.
Tampoco soporto las previas que duran horas, las megacampañas publicitarias, ni los comentarios idiotas de los que no saben qué decir, ni la polémica con Sara Carbonero... ¡¡¡Árbitro, eso es FUERA DE JUEGO!!! ¡¡¡Pita, pítalo ya!!!

- Jajajajajaja, pues sí que estás atenta.
- Sí, hombre, mira la repetición.
- No estaba tan claro...
- Da igual, a un alemán no le puedes dejar solo con la portería. Son destructivos, arrasan la hierba que pisan. Este partido es como los de "Oliver y Benji", gritan de repente: "TÉCNICA DE LA PARED TOTAL!!!" Y se acoplan tres alemanes como si fueran Transformers. Chiiii-fluuu-PAH! La única diferencia es que el campo tiene límites y no abarca la superficie total de la Tierra.


Mi madre me mira riéndose mientras limpia frenética una ventana.

- Pero tú estás aquí y no estás viendo nada -le digo.
- Es que estos partidos me ponen histérica y no puedo parar quieta, chica, tengo que hacer algo.
- ¿Y te pones a limpiar?
- De paso...

Dejó la fachada impecable, planchó toda la ropa, sacó brillo a todos los muebles, preparó la cocina para la cena, habló con la vecina y se sentó y se levantó 450 veces.

- ¡Relájate! -la calmé.
- Mientras estén los alemanes ahí, no puedo.
- Pues... creo que no se van a ir -comento socarrona.
- ¡Estamos cerca, estamos cerca! -interrumpe mi padre.
Nos levantamos
- ¡Uyyyyyyy....! -decimos a la vez.
- Sí, pero no llegamos.
- Tú espera, estamos jugando bien. Sólo falta el aguijón.

- Ya, pero a veces se juega bien y no hay resultados...

El comentarista se pone nervioso, el volumen de su voz vuela, nos levantamos de nuevo, volamos con él, aparece Puyol volando y...


- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLL!!!!!!!!!
- ¡¡¡¡¡¡EL AGUIJÓN -dice mi padre- AHÍ ESTÁ EL AGUIJÓN!!!!!

Me abrazo a mi padre saltando, mi madre también viene. Se abraza la selección. El comentarista se abraza al público. La gente sale por las ventanas. Los coches pitan por la calle. Nos vamos a la final.
Me dan igual las banderas, me la sopla el euro que voy a tener que pagar de café, España ha hecho historia en el deporte, esto sólo se vive una vez. Y me acuerdo de Nadal, de Gasol, de las chicas de hockey sobre hierba, de las de natación sincronizada, de Jorge Lorenzo, Carlos Sastre, de los éxitos paralímpicos... de todos.
Alguna vez teníamos que conseguirlo, qué bien jugaron. Todos. Daba igual que los alemanes los doblaran en altura, los españoles eran más rápidos, pelearon hasta tirados en el suelo. Sí, señor, por fin veo algo que me gusta, por fin me siento orgullosa.






Ahora sólo quiero oír a Maradona.





*Vermella: en gallego, color de la sangre.

1 comentario:

  1. jaaaaaa jaa jaaaaaa!!!!! Remitiéndome al mensaje que me mandaste minutos después del gol: "Esto es la hostia! LA HOSTIA!" XD
    Me ha encantado esta entrada. Me lo he pasado chachi releyendo tu crónica casera del partido, ha sido como revivirlo otra vez. Qué buena! Jaaa jaa jaaaaa! Me encanta!!
    Lo veis? Mujeres de poca fé! Hicimos historia!!! Y el domingo lo mismo rematamos la jugada! A ver qué va a limpiar tu madre ahora, para evitar los nervios con los holandeses, si ya lo tiene todo limpio! :)

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